Galicia posee las características óptimas para el cultivo de la camelia. Un clima húmedo, temperaturas suaves y suelos fértiles y ácidos hacen que el crecimiento de estas plantas sea espectacular y sorprenda a expertos de todo el mundo.
Las camelias llegaron a Galicia a finales del siglo XVIII, procedentes de países lejanos como China y Japón. En un principio se instalaron en los jardines de los pazos y casas señoriales de la nobleza gallega, pero con el tiempo se introdujeron en los jardines y fincas, tanto públicos como privados, de toda nuestra geografía, hasta convertir Galicia en un referente internacional en el cultivo y producción de esta planta. En la actualidad la comunidad atesora casi 8.000 variedades diferentes de camelia.